miércoles, 12 de mayo de 2010

una sirena...¿muerta?

Bum!

Se destruye para volverse a formar
Crear una figura abstractamente simétrica
Dar vida a un colibrí que se asoma y amenaza con beber tu néctar para, después, jamas volver
o hacerlo transformado y transmutado
o renacer en una criatura amorfa-imaginaria
todo según tu concepción a la gran necesidad
a la gran sequía formulada para ocasionar una reacción en cadena;
cara o cruz, distante o infinito, fugaz o doloroso...eterno.

Acumular para ser prohibido,
verter sobre el intento...el deseo...

Sanación devaluada,
asquerosos sonidos,
repugnantes latidos.

Querer, tener y ser.
Paradojas que no cambian.

Te envuelven y baten,
mezcla homogénea, olvidada.

Recuérdala, añorala, demándala, obsérvala,
úntala en tu piel hasta que te provoque un orgasmo.
Clávala y aliméntala, cantále suavemente,
ofrécele un ave muerta de compañía
que ella sabrá hacer una fiesta y celebrar tal acontecimiento.

No frío, jamas apartado.
No tiempo, sentimiento necesitado.

Brotan y se reunen en el sitio marcado.
Profesía ignorada.

No cobra frutos pero el olor a humedad no se extingue.

Pedazos, partes exactas no muestran nada, no crean nada.
No hay un fin determinado por que no hay final requerido.

Tu cuerpo empapado indica la fecha,
tu alma mojada traza el tiempo; no lo hay, no existe.
Reivindicado, necesitado.

Arde; siéntelo, admíralo.

No hay pertenencia, sólo estado de aceptación.

Existirá si no te niegas a respirar cerca,
si aún emanas señales,
si tus secreciones forman caminos;
distantes pero sin final.

Tómalo y úntalo en tu piel...
hasta que te provoque un mágico orgasmo...
Será la cadena de la historia, no nuestra pero si marcada,
necesitada, aceptada y, quizá, infinita...

No hay comentarios:

Publicar un comentario