martes, 9 de febrero de 2010

soñando-ando

No sé que me pasa calabaza pero últimamente me acuerdo, por lo menos un poco, de mis sueños.
Esto es raro, todo es raro, intensamente raro.
Nuevo-viejo estado mental, bello estado mental, es bueno verte, es bueno olerte, ¡no me huelas a mi que me chilla la ardilla!

Anoche soné que paseábamos por mi facultad tomados de la mano, algo natural, algo cotidiano, caminábamos, pisábamos el césped y te miraba en ocasiones y en eso me doy cuenta que ahora eras un reptiliano, tu mismo cuerpo pero tu cabeza era de un reptiliano, así es, ¡un reptiliano!.
No me asustaba, no me extrañaba, no sentía miedo ni pánico, ya que en el fondo sabía bien que no podías ser un simple ser humano. Seguimos tomados de la mano y yo imaginaba lo que sería de mi vida a tu lado ahora que había descubierto tu verdadera identidad.
Eso es lo poco que recuerdo, ahora que lo pienso bien y analizándolo un poco, no me preocupó que me pudieras comer o cuáles eran tus planes detrás de todo. Me gusta la idea que pudieras ser un reptiliano, espero lo seas realmente, no importa que me comas de cena de día de San Valentín.

2 comentarios:

  1. con madre el sueño!!!
    a veces te das cuenta de cosas bien perras cuando las sueñas. es como que la mente te dice HEYYYY AQUI ESTA ESTE PEDO GUARDADO EN TU MENTE :)
    tu suerte ni es tan de perro

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  2. ah! apenas vi tu comentario, chido y mi suerte sigue siendo de perro, sólo que este perro ahora su suerte es mejor ;)

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